Prefiro condenarme
La historia de Sagrario, mariscadora en la ría de Ferrol, nos enfrenta a una madre díscola, una órbita familiar en perpetuo desasosiego y un juicio por adúltera a los 33 años, en 1972, a causa de una hija que tiene con su amante, un carpintero “digno de querer”. Como una nueva Antígona, Sagrario se sitúa fuera de la norma y, al desobedecer, reivindica, junto con la ley no escrita, el deseo. En el fondo, la igualdad con las de “arriba” a quienes nadie critica.
